Buscando información para conocer más sobre Soria y las Villas Medievales que vamos a recorrer en este Viaje, me he sorprendido gratamente descubriendo la Increíble Historia, Pueblos y Monumentos que ofrece esta Provincia que merece una visita obligada como mínimo, y todas las visitas que hagan falta para seguir conociendo los Tesoros de esta Preciosa zona de España.
En este Blog, hablamos de las ciudades y villas que vamos a visitar en esta salida de 3 días con un grupo de Mediterráne@s Viajer@s. Pero me gustaría seguir escribiendo, más adelante, más Blogs hablando de otras localidades sorianas que, aunque no las vamos a visitar en estos días, espero que podamos visitarlas y descubrirlas en viajes futuros.
SORIA
Y para empezar vamos a hablar de la Capital, Soria. Se dice que recibe su nombre de la palabra SO (que mira o mirador) y ORIA, de UR-A (río o corriente de agua), es decir, el mirador (o el Mirón) del o sobre el río, en este caso el Duero.
Soria, es la actual capital de la provincia, y en la Edad Media fue una de las más importantes Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura Castellana.
Es una ciudad que aún conserva su carácter histórico y medieval. El casco antiguo de la ciudad y la margen izquierda del río Duero son dos de los más de 60 Bienes de Interés Cultural con que cuenta la ciudad.
Testigo de la época medieval ha quedado en la ciudad un verdadero catálogo de monumentos que son verdaderas joyas de la arquitectura románica: iglesias, murallas, monasterios y el puente medieval que cruza el Duero, testigo de excepción del carácter de frontera que tuvo la zona.
La ciudad también mantiene considerables construcciones góticas y calles nobiliarias de palacios renacentistas que aún lucen con sus escudos, arcos y ventanales con grandes elementos decorativos.
Y del estilo barroco, también se pueden admirar tanto en la ciudad como en las periferias, iglesias, ermitas y conventos con gran encanto, belleza y simbolismo.
ERMITA DE SAN SATURIO
Según la tradición, en el siglo VI d.c. un noble soriano, Saturio, tras fallecer sus padres, repartió sus riquezas entre los pobres y se fue a vivir a unas cuevas junto al Duero. Allí, en un sobrio oratorio dedicado a San Miguel Arcángel, vivió durante treinta años.
Los primeros datos que se tienen sobre este oratorio de San Miguel son del año 1148. Aunque posteriormente se hicieron algunas reparaciones, esta cueva se hundió, y en el año 1694 la ciudad de Soria acordó reedificar una iglesia de nueva planta con el concierto de todos los vecinos.
La devoción hacia San Saturio había crecido tanto, que se decidió construir la ermita en su honor y nombrarlo patrón de la ciudad, por aclamación popular en 1628, culto y patronazgo que fue ratificado oficialmente por el Papa Benedicto XIV en 1743.
El conjunto arquitectónico está formado por unas grutas naturales sobre las que se construyó un edificio dedicado a uso religioso. Cuenta con diferentes salas y con una Iglesia, de planta central octogonal, altar barroco, y bóveda, cúpula y muros adornados con frescos.
MONASTERIO DE SAN JUAN DE DUERO
El Monasterio de San Juan de Duero, también conocido como Arcos de San Juan, se sitúa a las afueras de la ciudad de Soria, junto al río Duero. Esta increíble obra, fue construida por la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Acre, entre los siglos XII y XIII.
Esta Orden procedente de Tierra Santa y enriquecida con los conocimientos y la multiculturalidad de esos lugares, construyeron un ecléctico cenobio, reformando una pequeña iglesia románica que ya existía y levantando el resto del monasterio en honor a su patrón San Juan Bautista.
Los monjes que habitaban este monasterio lo abandonaron en el siglo XVIII. A partir de ese momento estuvo deshabitado y no fue hasta su declaración de Monumento Nacional en agosto de 1882 cuando comenzaron las labores de restauración.
Del antiguo monasterio románico de San Juan de Duero sólo se conservan la iglesia y las espléndidas arquerías que componían el claustro. El resto de las dependencias se han perdido, incluyendo el antiguo hospital para peregrinos.
La originalidad del Monasterio de San Juan de Duero es único en España y lo convierte en una de las joyas del románico español más reconocidas y representativas.
Destaca por su impresionante claustro, que conserva una colección de estilos de lo más sorprendente y variado: Románico, mudéjar y árabe se dan la mano en sus arcos, sumando a su belleza la singularidad de ser diferentes entre sí.
Y, para rematar el legado cultural que nos deja el Monasterio, en este impresionante escenario fue donde Bécquer desarrolla su leyenda del “Monte de las Ánimas”.
IGLESIA DE SANTO DOMINGO
La iglesia de Santo Domingo (antiguamente dedicada a Santo Tomé) fue una de las 35 parroquias o Collaciones medievales en torno a las que se asentó la población de la Comunidad de Villa y Tierra de Soria.
En la actualidad es un icono del románico soriano gracias a su monumental e incomparable fachada occidental, que, para muchos, es la mejor del románico castellano español, siendo además declarada Monumento Histórico Artístico en 1931.
De la primitiva Iglesia, que se hizo en honor a Santo Tomé, solo quedan algunos tramos, ya que se derruyó parcialmente. Pocos años después, en la segunda mitad del siglo XII, se construyó otra más grande por orden de los reyes Alfonso VIII y su esposa doña Leonor, de quienes se supone trajeron constructores de origen francés.
En el siglo XVI se reformó gran parte de la iglesia y se fundó anexo un convento de dominicos que la rebautizaron como iglesia de Santo Domingo.
En 1853 ocuparon el edificio una Comunidad de Hermanas Clarisas, que son sus actuales moradoras.
El edificio consta de tres partes que se diferencian muy bien, cronológicamente: La zona más primitiva es la torre y el espacio de la nave contiguo a ella. En la segunda mitad del siglo XII se construyeron los tres tramos de las naves hacia los pies, incluyendo la fachada. Y el resto se hizo en el XVI, engrandeciéndose el oratorio primitivo con capillas adosadas y una espaciosa cabecera.
PALACIO DE LOS CONDES DE GÓMARA
A finales del S.XVI, Francisco López del Río costea la construcción de su nuevo palacio en el centro de la ciudad, que fue edificado entre los años 1577 y 1592.
Los Río y Salcedo era una familia rica ganadera, que formaba parte del Honrado Concejo de la Mesta. Y en su afán de exhibir su reconocimiento social y económico mandaron edificar el más fastuoso de los palacios de la ciudad.
Uno de sus sucesores, Luis de Salcedo y Arbizu, fue honrado con el título de conde de Gómara por Carlos II y a partir de entonces el edificio se conoció como “Palacio de Los Condes de Gómara”.
Este bello Palacio Renacentista es considerado una de las construcciones más representativas del Patrimonio Civil de la ciudad de Soria.
Llama la atención su larga fachada, aunque, de acuerdo con la idea original, no está completa. Según la leyenda, iba a ser mucho mayor, pero, Felipe II vetó el proyecto inicial para impedir que el palacio eclipsase al de El Escorial.
Destacan, los ventanales coronados por frontones herrerianos, en la parte izquierda, y la portada, con el escudo del propietario.
Su interior gira alrededor de un patio central con doble piso, desde donde se distribuyen las estancias.
Este Palacio, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000 y actualmente el edificio alberga el Palacio de Justicia.
MORÓN DE ALMAZÁN
Vamos a continuar nuestra Ruta por las Villas Medievales de Soria y hacer una parada en la bella localidad de Morón de Almazán, donde descubriremos una Impresionante Plaza Mayor, considerada como uno de los mejores ejemplos de Plaza Renacentista de Castilla y León.
PLAZA DE MORÓN DE ALMAZÁN
Ya en la Edad Media, fue una plaza importante, siendo sitiada en varias ocasiones durante el siglo XII. Donada a Bertrand Du Guesclin por Enrique II de Trastámara, sería sucesivamente señorío de los Mendoza de Almazán y, más tarde, de los marqueses de Camarasa.
la Plaza de Morón de Almazán destaca es por conjunto monumental de Estilo Renacentista de edificios alienados escalonadamente.
En el nivel inferior, se sitúa la antigua casa consistorial, el Concejo, construida en el S. XV, que representaba el poder civil.
Un poco más arriba nos encontramos con el Palacio Renacentista, símbolo del poder señorial. Obra de principios del S. XVI, fue encargado construir por Juan Hurtado de Mendoza y su esposa Leonor del Río.
Y ya en la cúspide de la plaza, dominando todo el conjunto, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción símbolo del poder supremo con su espléndida y esbelta Torre Plateresca de aire salmantino erigida en 1540 a expensas de un miembro de los Mendoza. Es una de las muestras más sobresalientes del plateresco soriano.
En la Plaza también hay que destacar un magnífico rollo gótico de justicia, que representaba la capacidad jurisdiccional de la Villa del Concejo para dictar sentencia en nombre del Rey.
MEDINACELI
Una vez que dejemos atrás Morón de Almazán, nos dirigiremos a Medinaceli, localidad que se encuentra dentro la lista de los Pueblos más bonitos de España.
Es un pueblo con mucho encanto, que, tanto por su historia como por su riqueza patrimonial, ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico.
ARCO ROMANO
Ya desde la carretera se puede divisar el Famoso Arco Romano, que es Icono de la Ciudad.
Construido en el sigo I en época del Emperador Domiciano, servía como acceso a esta ciudad situada en la calzada romana que comunicaba Emerita Augusta (Mérida) con Caesar Augusta (Zaragoza).
Constituye el único ejemplo de arco romano de triple arquería que pervive en nuestro país, y fue proclamado Monumento Histórico Artístico Nacional.
UN RECORRIDO POR LA VILLA
En la Edad Media, la villa fue protegida por una muralla defensiva de primer orden. La entonces alcazaba árabe requería una mayor protección, y se construyeron otras murallas sobre las que quedaban de las romanas. Cuando Medinaceli fue cristianizada, estas murallas árabes, fueron nuevamente restauradas.
El castillo, fue erigido sobre lo que fue la antigua alcazaba árabe, que según cuenta la leyenda fue el lugar de enterramiento de Almanzor en el año 1002, tras su derrota en la batalla de Calatañazor.
El castillo se hizo con el objeto de albergar en él la residencia de los Duques de Medinaceli, que más tarde se construirían un palacio en la Plaza Mayor.
En el momento en que los Duques de Medinaceli adquirieron mayor poder y riquezas, construyeron en esta villa diversos edificios civiles y religiosos de gran valor artístico, entre los que destaca la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, con una mezcla de estilos gótico tardío y renacentistas.
El centro neurálgico de la ciudad se sitúa en la Plaza Mayor, antiguo foro romano; y en ella se encuentra el Ayuntamiento –asentado sobre soportales—, el Palacio Ducal de origen renacentista –que alberga un bonito mosaico romano–, y la antigua alhóndiga, en la que antaño se comercializaba el trigo.
ALMAZÁN
La villa de Almazán tiene origen árabe, y su nombre significa «el fortificado». Fue fundada y amurallada en 1088 por Abderramán III, aunque para otros autores su origen puede ser íbero y significaría ‘en el bosque’
Reconquistada finalmente en 1128 por Alfonso I «El Batallador», se convirtió en Corte con Fernando IV, Pedro I «El Cruel» y con los Reyes Católicos.
En 1158 Sancho III de Castilla crea en Almazán la Orden de Caballería de Calatrava. Pero su época más prospera comienza en el siglo XVI, bajo el auspicio de la familia Hurtado de Mendoza.
DESCUBRIENDO ALMAZÁN
Hoy todavía conserva una buena parte de las construcciones defensivas que a lo largo de la Edad Media convirtieron a Almazán en uno de los lugares de mayor importancia estratégica.
La Plaza Mayor de Almazán, es el centro neurálgico de la villa. Una “plaza castellana” por excelencia, amplia, diáfana, donde se muestran los soportales, el Ayuntamiento, el Palacio de los Hurtado de Mendoza del siglo XV y la Iglesia de San Miguel del XII. Su ubicación en lo alto de una atalaya y al borde del río Duero, la convierte en un espacio público con un valor paisajístico excelente y privilegiado.
El Palacio de los Hurtado de Mendoza se erigió en época y estilo renacentista en los siglos XV y XVI y fue morada de la familia Hurtado de Mendoza. Los señores de Almazán acogieron en este palacio durante siglos a los viajeros pertenecientes a la realeza que tenían que pasar por la villa. Es Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento desde 1991.
La iglesia de San Miguel declarada Bien de Interés Cultural desde 1931, es uno de los edificios más singulares del Patrimonio románico soriano. Erigido en el siglo XII, el templo está ubicado intramuros reforzando la muralla que custodió la villa.
Se trata de un templo de excepcional interés por varias peculiaridades: Planta de tres naves con cabecera desviada, con influencias orientales, mudéjares, lombardas y cistercienses, con un magnífico frontal de altar del siglo XII, cuya talla representa el asesinato de Tomás Becket, arzobispo de Canterbury en 1170.
CALATAÑAZOR
Calatañazor; Calat al Nassur; castillo de las águilas.
El dicho dice que «en Calatañazor perdió Almanzor el tambor«, ya que aquí perdió su talismán de imbatible y resultó derrotado.
BIEN DE INTERÉS CULTURAL
En 1962 recibió la declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico Artístico.
Es una villa medieval que está entre los pueblos más bonitos de España y que conserva su historia musulmana en su trazado y en sus edificios.
Un pueblo para pasear por sus calles estrechas y adoquinadas, admirar sus casitas con entramado de madera con sus magníficas chimeneas cónicas, que tienen un inusitado protagonismo en el interior de los hogares, y entretenerse en sus soportales y Plaza Mayor. Todo típico de la arquitectura popular de la Edad Media.
EL BURGO DE OSMA
El recinto medieval de El Burgo de Osma es uno de los mejor conservados de toda la provincia soriana, habiendo sido declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1993.
Por estas tierras discurre la Vía romana que unía Astorga con Zaragoza; y otra secundaria que permitía la comunicación con la ciudad de Tiermes.
Esta antigua y monumental ciudad episcopal conserva un interesante recinto fortificado con importantes edificaciones presididas por la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
CATEDRAL DE EL BURGO DE OSMA
La Catedral de El Burgo de Osma, es el monumento más significativo de la villa y contiene una gran variedad de estilos arquitectónicos.
Fue en origen una iglesia románica de la que quedan pocos restos pues fue demolida para construir la Iglesia gótica actual. Las obras comenzaros en 1232. La mayor parte de las capillas laterales del templo se edificaron durante el gótico final, lo mismo que el claustro gótico flamígero del siglo XVI.
La época renacentista dejó interesantes modificaciones en la fachada y el interior; y con el Barroco se levantó una impresionante torre.
De la época neoclásica se mantienen algunas de las estructuras más significativas de la Seo como la girola, la Capilla de Palafox o la Sacristía Mayor.
LA MURALLA
La Muralla data del siglo XV y rodea el núcleo medieval. Fue levantada por el obispo Montoya en 1458 por razones defensivas, pero no fue esta función la única que desempeñó a lo largo de la historia. Sirvió como protección contra las pestes y otros contagios. Facilitó también la labor de cobro de impuestos, y fue protagonista de actos protocolarios, entre los que destacaba la entrada de los obispos que llegaban a El Burgo a tomar posesión.
A lo largo de la muralla se abrían varias puertas, pero la única conservada es la de San Miguel, que fue reformada en el siglo XVI.
PALACIO EPISCOPAL
En la calle Mayor, una hermosa calle porticada cerca de la Catedral, se encuentra el Palacio Episcopal, que destaca entre los edificios notables de la calle.
Es una obra erigida en el siglo XVI de estilo gótico, siendo lo más destacado su portada, de la época del obispo Alonso Enríquez (1506-1523).
En el Burgo de Osma, hay un estrecho vínculo entre la vida ciudadana y la presencia eclesiástica, ya que desde 1342, el obispo fue señor temporal de la villa y su tierra, al adquirir los derechos al Cabildo Catedral.
En la actualidad, el Palacio acoge, además de la residencia y oficinas episcopales, el archivo diocesano.
LA PLAZA MAYOR
La Plaza Mayor es considerada como uno de los mejores ejemplos de plaza castellana con su planta cuadrada de estilo barroco del siglo XVIII.
Destaca por los edificios que lo presiden, como el imponente Hospital de San Agustín, con sus chapiteles de pizarra, construido a finales del siglo XVII con dos torres, destacando en la fachada las estatuas de San Sebastián y San Francisco, así como el escudo de armas del obispo Montoya; y el hermoso Ayuntamiento, de construcción neomudéjar y del cual también destacan las dos torres con chapiteles junto con el reloj.
FIN DEL VIAJE
Y después de haber descubierto en papel tanto sobre Soria y estas Villas Medievales tan importantes a lo largo de los años, cada vez tenemos más ganas de ir a verlas y disfrutarlas en vivo y en directo.
Un recorrido por la Historia de España y de Castilla que se refleja en sus monumentos, cultura y costumbres.
Nos vemos allí en unos días.